Como responsable del departamento de Capellanía me uno a lo declarado en la visión de nuestra institución “Vosotros sois la sal de la Tierra, la luz del mundo”, y veo a los estudiantes del CPP siendo hombres y mujeres de bien, dentro y fuera de los límites que imponen los años de formación académica, comprometidos con Dios, con su familia y con la sociedad; llevando consigo principios basados en la palabra de Dios que permanecen a través de los años. Veo hijos que honran a sus padres, estudiantes destacados, jóvenes que caminan con propósito en la vida, y todo esto por qué, porque han recibido una formación integral, no solo de letras sino también de sabiduría, pero lo mejor y lo más importante una formación que reconoce la existencia de un Dios grande y poderoso de quien dependen todas las cosas.

Por ello estamos comprometidos a acompañar la vida escolar promoviendo espacios donde los estudiantes puedan desarrollar el área espiritual no como una religión o costumbre, no como una doctrina o creencia, sino como un estilo de vida siguiendo el ejemplo del mejor y gran Maestro, Jesucristo y así impactar a su generación más allá de estas paredes.